Europa 2040: Sociedad
El conflicto entre EEUU y China, la pandemia y ahora la guerra han hecho que el viejo continente despierte, por fin. Vamos con el tercero de una serie de artículos sobre el planteamiento de la UE 2040
El futuro de la Unión Europea está en juego. Estamos, precisamente, a las puertas de una presidencia que va a estar centrada en decidir su futuro estratégico. El conflicto entre EEUU y China, la pandemia y ahora la guerra han conseguido que por fin nos tomemos en serio nuestra posición en el mundo, a riesgo de convertirnos definitivamente en un espacio en decadencia. Para enfrentarlo, primero hay que pensarlo y eso es lo que hizo recientemente la Comisión Europea en su informe Shaping and securing the EU's Open Strategic Autonomy by 2040 and beyond1.
En él se encuentran claves importantes. El informe es extenso, 148 páginas, así que para que no tengas que leerlo, me lo leo yo y te lo cuento.
En esta serie de artículos no vamos a tratar el informe completo, que consta de cinco secciones, sino de las tres que aquí nos interesan: tecnología, sostenibilidad y sociedad. Vamos a por la tercera.
Sociedad
Este es, en mi opinión, el área de mayor importancia de las tratadas en esta serie. Porque ésta explica el sentido de las demás. La autonomía estratégica en áreas como la tecnología y la sociedad tienen un objetivo y ese objetivo es la preservación de nuestros valores. Los valores, como recoge el informe, propios de una sociedad abierta como son la justicia intergeneracional, la solidaridad o la dignidad humana. No es una cuestión menor porque, si algo distingue a nuestra región, es precisamente la férrea defensa de estos valores a través del estado de derecho y de la democracia.
Fortalezas y debilidades actuales
Altos estándares en derechos fundamentales
Existe la percepción de que en los últimos años ha habido un declinar de las democracias alrededor del mundo. Es en ese contexto en el que la UE es consciente de que precisamente el corazón de sus políticas se encuentra en el respeto de la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos, con especial hincapié en los derechos de las minorías. Y no se trata de valores que la UE haya predicado hacia su interior sino que forman parte de toda su política exterior.
De hecho, el Action Plan on Human Rights and Democracy2 es, según recoge el informe, es el único documento de su tipo en el mundo con el objetivo de promover una agenda de valores democráticos. La UE tiene en mente utilizarlo para su política exterior.
Por otra parte, recientemente se ha adoptado una nueva estrategia para el uso de la Carta Europea de Derechos Fundamentales. El objetivo es lograr un mayor conocimiento entre la sociedad europea de esta Carta pues en 2019 el Eurobarómetro mostraba que solo el 12% conocía la Carta y que el 42% habían oído hablar de ella.
Está claro que la UE tiene en su agenda seguir defendiendo los derechos humanos y la democracia tanto dentro como fuera de sus fronteras.
Reducción de la desigualdad
La desigualdad es un asunto estratégico. Porque existe una relación directa entre la desigualdad y los salarios, el acceso al empleo, el bienestar, la salud, la educación, los servicios, la seguridad personal y otros derechos que muchas veces se dan por sentados. La desigualdad tiene un impacto directo en la cohesión social y por lo tanto en la resiliencia de la ciudadanía frente a todo tipo de amenazas.
Por eso la UE prevé seguir reforzando el Pilar Europeo de los Derechos Sociales con el objetivo de reducir la desigualdad, generar empleos y permitir que la ciudadanía pueda mejorar su calidad de vida. Para conseguirlo va a trabajar en tres ejes:
Igualdad de oportunidades y acceso al mercado de trabajo
Condiciones de trabajo justas
Protección social e inclusión
Capacidades disponibles
La Unión Europea tiene un objetivo: conseguir que el 80% de la población tenga, al menos, habilidades digitales básicas antes de 2030. Se trata de una necesidad para lograr autonomía estratégica para cubrir los puestos de trabajo del futuro, gestionar los sectores críticos y liderar las tecnologías emergentes.
Por el momento, Estados Unidos lidera con el mayor número de programas ofrecidos en terrenos tecnológicos como la inteligencia artificial, la computación de alto rendimiento, así como en espacios más generalistas relacionados con la informática y la ciencia de datos. La Unión Europea le va a la zaga en cuanto a programas ofrecidos. Será necesario avanzar más rápido porque en Europa el 70% de las empresas tienen dificultades para encontrar los perfiles tecnológicos que precisan.
La oferta de formación en IA es un buen ejemplo para mostrar las carencias de la UE. Como se puede ver en el gráfico, a pesar de existir demanda en Europa para formarse, no existe oferta suficiente.
Para darle la vuelta a esta situación es necesario abordarlo desde tres ámbitos:
Incrementar la oferta
Atraer talento extranjero a la UE
Incrementar el número de mujeres participando en este sector de la economía
Se prevé que los estados miembros van a necesitar invertir 42.000M€ anuales para formar, actualizar y mejorar las habilidades de su fuerza de trabajo en los próximos años y así hacer frente a la transición digital. La Unión Europea se la juega porque el 90% de los puestos requerirán habilidades digitales.
Futuras oportunidades y retos
Incremento de los desequilibrios demográficos
Creo que el inicio de esta sección del informe merece ser traducida y leída con atención porque de esta previsión se deslindan múltiples consecuencias:
Las proyecciones demográficas sugieren que la población mundial podría alcanzar los casi 10 mil millones de personas para el año 2050. A pesar de una convergencia general hacia perfiles demográficos caracterizados por una baja fertilidad y una vida más larga, la inercia de los procesos demográficos provocará profundas desigualdades demográficas entre países de altos y bajos ingresos en las próximas décadas. Por un lado, en los países de altos ingresos, las bajas tasas de fertilidad están resultando en el rápido envejecimiento de la población y la disminución de la fuerza laboral. Por otro lado, los países de bajos ingresos con altos niveles de fertilidad experimentarán una expansión de la población total con altas proporciones de adultos jóvenes en sus poblaciones. Estas desigualdades demográficas en términos de redistribución de la población total y estructura de edad no tienen precedentes en la historia de la humanidad.
Estas desigualdades jugarán un papel clave en la futura posición geopolítica, económica y política de los países de todo el mundo en las próximas décadas.
Por si no ha quedado claro… ¡dentro gráfico!
Y a partir de aquí una serie de posibles consecuencias que habrá que enfrentar:
Esta transformación puede suponer un lento declinar de la UE en su posición en el mundo. Tanto por la reducción de su peso relativo en el mundo en volumen de población como por el envejecimiento de su población y su consecuente reducción de la productividad. En este eje de consecuencias habrá que tener en cuenta también el efecto que puedan tener los programas de re-skilling y up-skilling en capacidades digitales pero aquí es donde está el mayor riesgo.
Estas diferencias se pueden dar también dentro de la Unión y eso va a seguir transformándola, generando flujos migratorios interiores y sus consecuente capacidad centrípeta. Habrá que reforzar la cohesión para mantenerse unida y preservar su posición en el mundo.
El envejecimiento de la población puede tener un impacto directo en la capacidad económica de la UE y una incidencia clara en sus sistemas de salud y de los cuidados.
No se entiende el futuro de la UE sin estado del bienestar, así que habrá que encontrar la fórmula para lograr la sostenibilidad a pesar del envejecimiento de la población.
Los sistemas de salud tendrán que seguir transformándose para atender a una proporción cada vez mayor de población de edad avanzada.
Ante todo lo anterior, la Comisión es clara en su prescripción para dar respuesta a este reto:
En una sociedad envejecida, atraer y mantener el talento se vuelve cada vez más importante. Los trabajadores migrantes bien integrados son clave para mantener la economía en marcha. Una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral también podría aumentar la disponibilidad de talento. Por último, asegurar la continuación del compromiso de los ciudadanos más maduros en los mercados laborales será importante considerando que constituirán una parte creciente de la población.
Atención a la última frase. ¿Qué crees que significa?
Incremento de la polarización
En este informe de la Comisión, se considera que la polarización, entendida como el proceso de llevar a la población a abrazar posiciones políticas extremas, es un riesgo para la autonomía estratégica de la región. Y es que la polarización no se dá solamente en la población sino que menoscaba elementos integrantes de sus democracias como los medios o los tribunales. Este peligroso fenómeno no solo es una realidad en Europa sino que se encuentra en una tendencia al alza como se puede ver en el siguiente gráfico (ojo al dato de España):
Y esto puede tener una consecuencia clara: la incapacidad de ponerse de acuerdo para adoptar una posición de autonomía estratégica.
Pero la polarización no juega sola. Tiene amigas en la desinformación, las teorías de la conspiración y el populismo. Será necesario combatirlas para mantener la cohesión de la Unión.
El populismo es el mecanismo por el cual se intenta sustituir el tradicional eje izquierda-derecha por el eje sistema-antisistema. Es decir, un mecanismo para alejar a la población de sus instituciones y generar divisiones adicionales en la sociedad.
Participación pública
Frente al riesgo de división y alejamiento de la ciudadanía de sus instituciones, la UE ve en la participación ciudadana una herramienta para reconectar, cohesionar y legitimar el proyecto común. Habla de métodos concretos como las asambleas ciudadanas, las encuestas deliberativas y los jurados. Menciona específicamente que para los grandes debates que afectan a laUnión y para los que se debe contar la ciudadanía existen también plataformas tecnológicas de uso probado que han resultado útiles y están ya en marcha. Y pone como ejemplo a una herramienta española: Decidim. Desarrollada en Barcelona y utilizada también para la Conferencia sobre el Futuro de Europa. Tengo mis opiniones sobre la verdadera representatividad de este tipo de métodos por eso me resulta más interesante lo que la Comisión menciona a continuación y en lo que creo que debería poner más énfasis.
El informe habla de que hay todavía mucho espacio para la adopción de servicios digitales por parte de la administración en los distintos países de la UE. Tan solo el 48% de los ciudadanos europeos ha tenido alguna interacción digital con su administración. Los porcentajes por país son dispares: del 10% de Rumanía al 89% de Dinamarca. Y es que muchos de estos servicios se han traspuesto directamente a la vía online sin haber sido rediseñados para este medio.
Si el objetivo es que para 2030 todos los servicios de la administración europea se puedan realizar online como dice su Digital Compass habrá que hacer algo más.
Y aquí me vais a permitir que ponga sobre la mesa una propuesta que tengo meditada desde hace ya mucho tiempo y que creo firmemente que refuerza mucho más la confianza en las instituciones: hacer fácil la interlocución entre el ciudadano y la administración. ¿Cómo?
Poniendo en marcha una Autoridad Pública de UX/UI. Es decir, un autoridad para la usabilidad y la interacción entre la administración y el ciudadano enfocada a diseñar trámites ágiles, sencillos, eficientes, accesibles y confiables. Y hasta aquí voy a escribir sobre esto. Otro día, quizás, más.
Creo que este tipo de acciones suman mucho más a la adhesión, a la cohesión y a la confianza que otros procesos que pueden añadir frustración sobre las expectativas que pueden generar.
En todo caso, y volviendo al informe, para la UE esta cohesión resulta fundamental para que pueda ponerse en marcha una estrategia de autonomía estratégica. Más si cabe si se tiene en cuenta que en los próximos años, la generación Alfa emergerá en el espacio público y se espera que sea una generación todavía más digitalizada que las anteriores.
Con este, completamos los tres artículos sobre la autonomía estratégica de la Unión Europea 2040 en terrenos como la Tecnología, la Sostenibilidad y la Democracia. Si no has leído todavía los otros dos, te recomiendo pasarte por STAKES y echarle un ojo a los otros dos.
Cagnin, C., Muench, S., Scapolo, F., Stoermer, E. and Vesnic Alujevic, L., Shaping and securing the EU`s Open Strategic Autonomy by 2040 and beyond, EUR 30802 EN, Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2021, ISBN 978-92-76-41021-8, doi:10.2760/727114, JRC125994.
https://www.eeas.europa.eu/eeas/eu-action-plan-human-rights-and-democracy-0_en
Interesante artículo.
Me gustan varios puntos, pero me parece especialmente preocupante la parte de la polarización.
Todos sabemos (incluso los políticos) que las cosas no son blancas o negras, que hay infinidad de colores. El reto es conseguir que no dependamos solo de las encuestas y de la intención de voto; que la razón prevalezca sobre el cortoplacismo político - de 4 años (max) a 0 -.
Si realmente queremos pensar a largo plazo, necesitaremos pensar más en el bien común y menos en colores.
😜
“Y esto puede tener una consecuencia clara: la incapacidad de ponerse de acuerdo para adoptar una posición de autonomía estratégica.
Pero la polarización no juega sola. Tiene amigas en la desinformación, las teorías de la conspiración y el populismo. Será necesario combatirlas para mantener la cohesión de la Unión.”